A principios de 2018, los investigadores y genealogistas interesados en los archivos históricos almerienses, eran conscientes de las dificultades que estos presentaban.
A pesar de conservar abundantes series documentales históricas, su acceso era principalmente presencial, lo que representaba un obstáculo para los investigadores que vivían lejos de los archivos o cuyos horarios laborales coincidían con las horas de apertura de ellos.
Para los genealogistas son tres los archivos de carácter provincial los que consideran más interesantes:
Algunos archivos municipales, también muy interesantes, son los de Almería capital, Vera, Berja, Albox, Cuevas del Almanzora, entre otros.
En esas fechas, solo algunos de estos, una parte del Archivo de la Diputación y algunos padrones del S. XIX y el Catastro de Ensenada de esta provincia microfilmados por los mormones, eran accesibles en la red a través de FamilySearch.
El Archivo Diocesano de Almería, que custodia series de libros sacramentales de varios siglos, muy valorado por los investigadores, aún no había decidido facilitar el trabajo a los genealogistas.
Ante esta situación, algunos investigadores iniciaron a partir de enero de 2018 una serie de acciones para intentar persuadir a los responsables de los archivos de la necesidad de facilitar sus investigaciones mediante la digitalización, indexación y difusión en línea de sus fondos.
Se buscaron aliados y se convocaron encuentros para discutir posibles acciones y estrategias. El primer paso fue enviar un escrito a los diferentes archivos, comenzando por el Archivo Diocesano, solicitando la digitalización y difusión de los libros parroquiales que custodian.
Aunque no se obtuvo ninguna respuesta, los investigadores continuaron buscando apoyo y orientación de las entidades y asociaciones culturales siguientes: Asociación de Genealogía Raíces Reino de Valencia (RRV), HISPAGEN. Asociación de Genealogía Hispana, GenExtremadura, Instituto de Estudios almerienses (IEA), Archidiócesis de Granada, Oficina de Información de los Obispos del Sur de España (ODISUR), Conferencia Episcopal Española (CEE), Delegación Territorial de Cultura, Turismo y Deporte de Almería, y la Asociación de archiveros de la Iglesia en España (SCRINIA).
Fueron muy pocas las que respondieron y las que lo hicieron, manifestaron no poder dar su apoyo a los investigadores.
Se mantuvo contacto con el responsable de las digitalizaciones de FamilySearch en España y Portugal, quien informó que ya había ofrecido al Archivo de la Diputación la digitalización de las series documentales que necesitaban los genealogistas. También mencionó que estaba en comunicación con la directora del Archivo Histórico Provincial para digitalizar y difundir en línea algunos Protocolos Notariales custodiados en ese archivo almeriense.
Tras tener conocimiento de esas comunicaciones entre ese sitio web y los dos archivos citados anteriormente, los investigadores se centraron en ese momento en el Archivo diocesano. También enviaron una petición de digitalización de una serie de colecciones interesantes sobre Quintas y Listas Electorales, que conserva el Archivo de la Diputación, aunque en la fecha de esta publicación, parece que todavía no se ha iniciado ese trabajo.
Un artículo, publicado en el diario La Voz de Almería el 1 de noviembre de 2018, relataba la situación que presentaba ese Archivo Diocesano a los investigadores y generó numerosos comentarios en las redes sociales, siendo mayoritariamente reconocido como una situación incomprensible e injusta para los investigadores, dada la negativa del Obispado almeriense sobre la difusión en línea de sus fondos documentales.
A pesar de la falta de respuesta por parte de las autoridades eclesiásticas, los investigadores continuaron buscando soluciones y apoyo para lograr la digitalización y difusión en línea de los archivos históricos almerienses, con el objetivo de facilitar el avance de las investigaciones genealógicas y el acceso a la información contenida en estos valiosos documentos.
En el año 2019, el colectivo de investigadores interesados en estos archivos persistió en su propósito de concienciar a sus responsables sobre la importancia de la preservación de la documentación histórica que custodiaban en sus sedes.
El objetivo principal era facilitar el acceso a la información contenida en los legajos y libros que se conservan en los diferentes archivos almerienses.
Para ello, se mantuvo contacto con los responsables de los archivos que aún no habían digitalizado su patrimonio documental, instándoles a que esta acción fuera prioritaria en sus futuros proyectos.
Se les intentó hacer comprender que el patrimonio documental histórico era de interés para muchos investigadores de todo el mundo, quienes se encontraban con la imposibilidad de consultarlos en línea, de la misma manera que podían hacerlo en otros archivos españoles y mundiales.
El colectivo de investigadores se ofreció a indexar las digitalizaciones que se iban realizando en el Archivo Diocesano de Almería. Durante el año anterior, este colectivo llevó a cabo la indexación de varios padrones de vecinos del siglo XIX difundidos en Internet, cuyo resultado se compartió con sus respectivos ayuntamientos.
A pesar de los esfuerzos, se encontraron con la falta de respuesta del Archivo Diocesano de Almería. En particular, su director confirmó que tenían la intención de publicar en línea las imágenes digitalizadas de los libros-índice que ya habían fotografiado, pero hasta la fecha de este escrito no se han alojado aún esas imágenes. Además, el Vicario General y el Obispo, quienes toman las decisiones sobre este tema, dieron por zanjado el asunto y no ofrecieron alternativas para alcanzar el objetivo de digitalización y difusión.
Esta actitud decepcionante por parte de los responsables de este Archivo Diocesano de Almería fue puesta en conocimiento de la opinión pública, resaltando la deficiente gestión de este Archivo y la indiferencia mostrada hacia todos los investigadores que no podían acudir presencialmente a su sede.
A pesar de las adversidades, el colectivo de investigadores continuó con su labor de concienciación y difusión, manteniendo la esperanza de que los custodios de los libros parroquiales reconsideraran su posición y comprendieran la importancia de la digitalización y difusión de los documentos históricos para la comunidad investigadora y la sociedad en general.
Ante la ausencia de respuestas a las preguntas que los genealogistas enviaron al Vicario General de Almería, contactaron telefónicamente con el archivero para conocer su opinión sobre la desestimación de la propuesta de colaboración ofrecida al Vicario.
El director del Archivo diocesano les comentó que alrededor del 80% de las parroquias almerienses tienen libros de índices y que pensaban alojarlos en su página web. Con ello, los genealogistas tendrían trabajo suficiente para empezar a indexarlos.
También dijo que más adelante estudiarían la posibilidad de recibir colaboración externa para indexar el resto de los libros parroquiales. No especificó cuándo subirían esas imágenes, ya que en ese momento todavía estaban organizando el entorno informático, pero apuntó que los primeros libros serían los de la parroquia de Gérgal.
Si su intención fuese cumplida, mejoraría sustancialmente la situación para investigar en los registros parroquiales, puesto que sería posible hacer algunas búsquedas en la página web del Archivo sin necesidad de visitarlo en persona.
Sin embargo, la información contenida en los libros índice es muy básica y menos completa que la de un registro parroquial totalmente indexado. Para garantizar que las copias de los registros solicitadas al Archivo son las que los investigadores realmente necesitan, es necesario disponer de los datos pertinentes en los índices. La falta de información en ellos puede dificultar la investigación genealógica.
Por este motivo, se redactó una propuesta más formal y detallada de indexación de los libros parroquiales para enviar al Obispado, con el fin de explicar las ventajas que la indexación aporta tanto a los investigadores como al propio Archivo.
Dadas las dificultades mostradas por los responsables de ese archivo, no hubo ocasión para hacerles llegar dicha propuesta.
Desde marzo de 2020 hasta julio de 2021, la pandemia hizo que el Archivo diocesano permaneciera cerrado al público. En ese periodo, FamilySearch fue publicando en su portal web las digitalizaciones que había ido produciendo en el Archivo Histórico Provincial.
Unos meses antes, fue cesado el Obispo y el Vicario General. En junio de 2021 se habían asignado esos cargos a dos nuevas personas.
En ese momento, los genealogistas tuvieron la esperanza de que la situación tan perjudicial para ellos podría mejorar con ese cambio de autoridad.
Después del verano el funcionamiento del Archivo Diocesano volvió a la normalidad, pero manteniendo la necesidad de solicitar cita previa para la consulta en Sala.
En octubre de ese año, dos genealogistas, pertenecientes al grupo GENEALOGÍA ALMERÍA, consiguieron comunicarse a través de una videoconferencia con el nuevo Vicario General. En ella le explicaron la mala situación que encontraban los investigadores en el Archivo Diocesano y le pidieron que solucionara todas las dificultades que les expusieron.
El Vicario se mostró abierto a realizar algunos cambios en el funcionamiento del Archivo.
Llegó el año 2022 y desde esa videoconferencia, nada había mejorado. Esos dos investigadores decidieron retomar las “negociaciones” con el Obispado solicitando una reunión presencial en Almería lo antes posible.
Se reunieron a finales del mes de marzo con el nuevo Vicario general y con el director del Archivo Diocesano. En esa reunión volvieron a exponer los mismos temas que trataron en la videoconferencia del pasado mes de octubre e insistieron en que buscaran soluciones satisfactorias para todos. Se acordó que trabajarían en ello lo antes posible y que ya se irían percibiendo poco a poco las acciones llevadas a cabo.
Hubo algunas mejoras de manera progresiva, pero la mayoría de ellas solo afectaban a la investigación presencial. Se continuó con el requisito, establecido desde la pandemia, de solicitar cita previa para acudir a la Sala de consultas, desapareció el límite de días de acceso semanal, así como el número de libros que los investigadores pudieran consultar.
También, se amplió el horario de apertura al público y ya era posible obtener partidas de manera literal en formato digital, a través del correo electrónico, a un precio más asequible que los certificados. Esas copias digitales cuestan 10 euros, en lugar de los 30 que vale un certificado.
El hecho de que una copia digital cueste 10 euros, tanto si se les indica fecha exacta o localización (libro y folio) como si requiere hacer una búsqueda en un periodo de 7 años, es considerado injusto por los dos genealogistas que se reunieron con las autoridades eclesiásticas. Lo cierto es que poco después de esa reunión, uno de ellos recibió por e-mail tres partidas digitalizadas sin coste alguno al haberles facilitado su localización exacta. Pero unas semanas después, cuando volvió a solicitar otra partida, el director le instó a que consultara en la página web de la Diócesis las nuevas tasas establecidas para la obtención de partidas.
Lamentablemente, las mejoras referentes a la digitalización, la indexación y la consulta en línea no fueron tomadas en cuenta.
En septiembre de 2023 tuvo lugar un cambio inesperado en el Archivo Diocesano. En la página web de la Diócesis aparecía una nueva directora y tras una llamada telefónica se pudo confirmar que a partir de ese momento la dirección del archivo había cambiado de manos, así como la sustitución del antiguo ayudante por una nueva persona.
Ante esta nueva situación, los mismos investigadores ya mencionados, consideraron necesario volver a plantear el tema a la nueva directora, contactando con ella a través del correo electrónico y varías comunicaciones telefónicas. Su respuesta fue que no estaba en su mano tomar decisiones sobre la digitalización, indexación y difusión del patrimonio documental, sugiriendo que la persona indicada para ello es el Vicario General.
Se volvió a enviar a principios de noviembre de 2023 un e-mail a la Vicaría General, insistiendo en que las mejoras establecidas en el archivo no eran suficientes para solucionar las dificultades para la investigación a distancia. Se le pedía que les concediera cuanto antes una nueva videoconferencia para poder hablar sobre ello, pero no respondió.
Tras seis años de esfuerzos infructuosos por mejorar el acceso a estos valiosos archivos, estos dos investigadores han concluido su incansable intento de dialogar con quienes toman actualmente las decisiones en el Archivo Diocesano de Almería. Aunque resignados, mantienen la esperanza de un cambio futuro en la mentalidad respecto a la difusión de estos importantes documentos.
La falta de respuesta y la indiferencia experimentadas por los investigadores han llevado a un punto de desistimiento, a pesar de la persistente esperanza de un cambio en la actitud hacia la preservación y difusión de estos relevantes documentos.
Esta entrada presenta una síntesis de los esfuerzos, desafíos y desilusiones de los genealogistas que buscaron la digitalización y difusión en línea de los archivos históricos almerienses, particularmente del Archivo Diocesano, evidenciando la importancia de estas acciones para la comunidad investigadora y la sociedad en general.
Nunca han argumentado con coherencia su negativa a difundir en línea su patrimonio documental, pero las circunstancias hacen sospechar que el único motivo puede ser la posible pérdida de ingresos extras con la venta de copias de partidas digitalizadas que actualmente consiguen.
En estos momentos están tardando unos dos meses en satisfacer las peticiones de partidas que les llegan por correo electrónico. Eso es una señal inequívoca de que reciben una gran demanda que no piensan perder difundiendo gratuitamente el contenido de los registros parroquiales custodiados con tanto recelo.