Organizar tu investigación genealógica es esencial para descubrir y preservar la historia de tu familia. A medida que acumulas datos y documentos a lo largo de los años, puede resultar complicado mantener todo en orden.
Aquí tienes unos valiosos consejos y recomendaciones para organizar la información obtenida de manera eficiente.
Sigue leyendo para descubrir cómo aprovechar al máximo tu tiempo y los diferentes recursos.
El primer paso para organizar tu genealogía es recopilar todos los materiales genealógicos basados en papel y evaluar lo que posees. Reúne todos los documentos, fotos, libros, álbumes y cualquier otro material relacionado con tu historia familiar en un espacio de trabajo.
Durante la evaluación, observa si tus materiales se dividen en unas pocas categorías o en muchas. Determina si la mayor parte de tu material está en formato físico o digital.
Además, pregúntate si tienes más fotos que otros tipos de documentos y si hay algún apellido que destaque por encima de los demás.
Estas observaciones te ayudarán a tomar decisiones sobre las áreas de tu árbol genealógico que quieres organizar primero.
Antes de iniciar el proceso de organización, es crucial establecer metas claras y específicas. Define lo que deseas lograr y cómo te gustaría organizar tus datos.
Algunos ejemplos de metas u objetivos pueden ser:
Identificar la línea de ascendencia de tu familia hasta cierto período de tiempo.
Recopilar y organizar documentos como certificados de nacimiento, matrimonio o defunción.
Digitalizar fotografías antiguas y etiquetarlas con nombres y fechas.
Establecer metas te ayudará a mantener el enfoque y evitará que te distraigas durante el proceso de organización.
Antes de comenzar tu jornada de organización genealógica, es importante prepararte adecuadamente.
Estos son algunos pasos que puedes seguir:
Dedícalo para trabajar en ella. Evita tareas o eventos adicionales que puedan interrumpir tu flujo de trabajo.
Notifica a tu entorno familiar y amigos que estarás ocupado y fuera de contacto durante ese día.
Si es necesario, organiza el cuidado para tus hijos y/o mascotas con el fin de evitar interrupciones.
Antes de comenzar, asegúrate de tener todos los materiales y recursos necesarios a tu disposición:
Papel, lápices y bolígrafos para tomar notas.
Un ordenador o dispositivo para acceder a tus archivos digitales.
Archivadores o carpetas para organizar documentos impresos.
Software o aplicaciones de genealogía para rastrear y almacenar tu información.
Si has heredado una gran cantidad de documentos físicos, sigue estos pasos para organizarlos de manera efectiva:
Antes de comenzar a organizar, revisa todos los documentos y decide qué conservar y qué descartar.
Utiliza una lista de verificación para ayudarte a tomar decisiones detalladamente.
Algunos elementos que puedes considerar son:
Documentos vitales relevantes, como partidas de bautismo, matrimonio o de entierro.
Fotografías familiares importantes y significativas.
Cartas, diarios o documentos escritos a mano con información valiosa.
Una vez que hayas seleccionado los documentos que deseas conservar, clasifícalos por categorías lógicas.
Puedes organizarlos por rama familiar, período de tiempo o tipo de documento.
Utiliza etiquetas o carpetas para identificar claramente cada categoría y facilitar el acceso futuro.
Es vital almacenar tus documentos físicos de manera segura para evitar daños o pérdidas.
Utiliza archivadores, cajas o carpetas resistentes para proteger tus documentos del polvo, la humedad y la luz solar directa.
Considera la posibilidad de digitalizar documentos frágiles o de gran valor para preservarlos a largo plazo.
En esta era digital, también es esencial organizar tus archivos genealógicos digitales.
Examina los archivos, correos electrónicos, los GEDCOMs y cualquier información encontrada en sitios web relevantes.
Al igual que con los materiales físicos, observa las categorías en las que se dividen tus archivos digitales y considera su importancia para tu investigación genealógica.
Aquí tienes algunos consejos útiles:
Cuando guardes archivos digitales, asegúrate de utilizar nombres descriptivos en lugar de los nombres predeterminados.
Incluye información relevante, como nombres de personas, fechas y lugares.
Emplea un sistema de nomenclatura consistente para mantener tus archivos ordenados y facilitar su búsqueda posteriormente.
En el artículo llamado Organización de archivos en el ordenador se explica más detalladamente como hacerlo.
Crea una estructura de carpetas lógica y coherente para tus archivos genealógicos.
Puedes organizarlos por apellidos, generaciones o eventos históricos relevantes.
Evita tener carpetas demasiado generalizadas para evitar confusiones y pérdida de archivos.
Considera utilizar un software especializado en genealogía para ayudarte a organizar y rastrear tu investigación.
Estas herramientas ofrecen funciones avanzadas, como generación de informes, gráficos de árboles genealógicos y enlaces a fuentes externas.
Una vez que hayas evaluado tus materiales físicos y digitales, es hora de tomar decisiones sobre las prioridades de organización.
En este punto ha llegado el momento de establecer metas a corto plazo.
Puedes optar por realizar primero una tarea fácil, como organizar los materiales relacionados con un apellido concreto, o puedes aventurarte en un proyecto más laborioso, como ordenar todas tus fotos.
Si estableces metas a corto plazo, intenta que sean realistas y alcanzables. Esto te mantendrá motivado y te permitirá apreciar tu progreso a medida que avances en la organización de tu estudio.
La organización genealógica no se efectúa una sola vez, es un proceso continuo.
A medida que adquieras nuevos datos y documentos, debes incorporarlos a tu sistema de organización creado.
Dedica tiempo de manera regular a mantener tus archivos actualizados y corregir cualquier error o duplicado.
La organización es esencial cuando se trata de investigar y preservar tu historia familiar. Con la exposición que has leído, estás listo para comenzar a organizar tu investigación genealógica de manera efectiva.
Recuerda evaluar tus materiales, establecer prioridades y metas a corto plazo.
¡No te desanimes por la cantidad de documentos y archivos que posees!
Con paciencia y dedicación, lograrás tener una investigación organizada y bien documentada.