Sumérgete en los aspectos más profundos y detallados de la Prueba Genealógica Estándar. Esta herramienta fundamental nos ayuda a evaluar la calidad y fiabilidad de la información genealógica que encontramos.
¡Prepárate para explorar las diferentes categorías de fuentes, información y evidencias que se utilizan en la investigación genealógica!
Abreviada como GPS (Genealogical Proof Standard) se trata de un conjunto de criterios que nos permiten evaluar la solidez y confiabilidad de la información genealógica que encontramos en nuestras investigaciones. Es una guía que nos ayuda a garantizar que cada detalle de nuestra historia familiar esté respaldado por evidencias sólidas.
Cuando nos adentramos en la genealogía, nos encontramos con una amplia variedad de fuentes de información. Es esencial comprender las diferentes categorías de fuentes para evaluar su veracidad y utilidad en nuestra investigación.
A continuación, se presentan los tipos principales de fuentes genealógicas:
Fuentes Originales: Estas son registros creados en el momento mismo de un evento o muy poco tiempo después.
Ejemplos de fuentes originales son las actas del Registro Civil, partidas parroquiales y testamentos. Esas inscripciones son como fotografías de ese instante que nos permiten viajar en el tiempo y descubrir los detalles más auténticos de nuestras raíces. Son consideradas las más fiables y generalmente proporcionan información primaria.
Fuentes Derivadas: Son aquellas que se basan en las fuentes originales.
Por ejemplo, los índices o transcripciones de registros son considerados fuentes derivadas. Siempre es importante verificar este tipo de fuentes consultando las originales cuando sea posible.
Fuentes Publicadas: Pueden ser libros, revistas o artículos genealógicos que recopilan información de diversas fuentes.
Aunque estas pueden ser útiles como punto de partida, es fundamental comprobar la información consultando las fuentes originales para respaldar los datos encontrados.
Una vez que se haya evaluado la fuente, se valora la información que contiene. Evaluar cada dato es un paso crucial para determinar su fiabilidad. Cada fuente puede mostrar múltiples datos y cada uno de ellos puede tener una clasificación de información diferente.
Un investigador nobel podría considerar que debido a que una fuente sea un documento oficial, es fiable toda la información que contiene. Pero, toda la información de una fuente nunca puede agruparse y clasificarse de la misma manera; debe evaluarse individualmente.
Por ejemplo, en el caso de un certificado de defunción, la hora y el lugar de la muerte firmado por el médico es una información con mucha credibilidad, ya que este conocía el hecho de primera mano.
Para clasificar la información mostrada en un documento, debemos localizar en el texto al declarante. Si el fallecido era un menor y quien declaraba su defunción era el padre, la información sobre el nacimiento sería la primaria.
Si el fallecido era un hombre casado y quien declaraba era su cónyuge, la fecha y el lugar de nacimiento del finado sería una información secundaria porque su esposa no podía tener la certeza de ese dato, declarando posiblemente una fecha o edad aproximada del difunto.
Existen diferentes tipos de información que se puede encontrar en los registros genealógicos:
Información primaria: Se refiere a los detalles proporcionados por una persona que tiene un conocimiento directo del evento en cuestión.
Por ejemplo, un certificado de matrimonio en el que los contrayentes y testigos proporcionan información sobre sus propios datos personales y el evento en sí.
La información primaria es considerada altamente fiable, ya que se basa en el conocimiento de primera mano de los involucrados.
Información secundaria: Se obtiene de personas que no estuvieron presentes en el momento del evento.
Por ejemplo, un censo que registra el nombre y la edad de los miembros de una familia, pero que no fue proporcionado por las propias personas que convivían en ese hogar. Esta información puede ser útil en la investigación genealógica, pero se considera menos confiable que la información primaria, ya que puede estar sujeta a errores o interpretaciones incorrectas.
Información indeterminada: En algunos casos, la información encontrada en los registros puede ser ambigua o difícil de interpretar. Puede haber inconsistencias en los datos o falta de detalles claros.
En tales casos, se considera que la información es indeterminada y puede requerir una investigación adicional o la consulta de fuentes adicionales para obtener una conclusión más sólida.
Los siguientes cuadros muestran una descripción de la información que se encuentra habitualmente en los diferentes eventos y cómo se calificaría:
Es importante tener en cuenta estos tipos de información al evaluar la calidad y exactitud de los registros genealógicos. La información primaria es preferible, ya que proviene de personas cercanas al evento, mientras que la información secundaria y la indeterminada pueden requerir un análisis más amplio.
Recuerda que la evaluación cuidadosa de la calidad de la información y la consideración de su fuente y naturaleza son elementos clave en el proceso de la investigación genealógica.
Entre las fuentes genealógicas, encontramos diferentes categorías de evidencia que nos ayudan a construir el rompecabezas de nuestra historia familiar.
Cada información debe encajar perfectamente con las demás y para conseguirlo se necesita tener en cuenta las principales categorías de evidencia genealógica:
1. Evidencia Directa: Proporciona información explícita y clara sobre un hecho genealógico.
Por ejemplo, un certificado de matrimonio que detalla los nombres de los contrayentes y sus padres sería considerado una evidencia directa, ya que esta es altamente fiable y sólida.
2. Evidencia Indirecta: Nos lleva a conclusiones genealógicas a través de pistas y hechos relacionados.
Por ejemplo, si encontramos varios registros que sugieren que dos individuos con el mismo nombre son la misma persona, aunque no haya un registro directo de su relación, podemos establecer una conexión genealógica basándonos en la evidencia indirecta.
Ese es el momento de convertirte en un detective genealógico, profundizar en la investigación para resolver los misterios y encontrar las respuestas correctas.
3. Evidencia Negativa: Se refiere a la falta de evidencia donde esperaríamos encontrarla.
Por ejemplo, si buscamos registros de un evento en particular y no encontramos ninguna evidencia después de una búsqueda exhaustiva, esto puede ser considerado como una evidencia negativa de que el evento no ocurrió o de que debemos ampliar nuestra investigación con otras fuentes alternativas.
La curiosidad es tu aliada en esta búsqueda apasionante, no te conformes con la información superficial. Haz consultas en archivos, bibliotecas, registros en línea y cualquier recurso que te permita obtener pruebas adicionales. Recuerda que cada nueva pista puede llevarte a un descubrimiento sorprendente y enriquecer tu historia familiar.
La Prueba Genealógica Estándar nos exige evaluar y analizar cuidadosamente nuestras fuentes y evidencias para garantizar la solidez de nuestras conclusiones genealógicas.
Algunas pautas clave para tener en cuenta son:
1. Evaluar la calidad de las fuentes: Al examinar una fuente genealógica, es importante considerar su credibilidad, precisión e integridad. Las fuentes originales suelen ser más confiables que las derivadas, y las fuentes creadas en una fecha muy próxima a la del evento tienen un mayor valor.
2. Verificar la información y buscar la concordancia: Al encontrar información genealógica en diferentes fuentes, debemos buscar la concordancia entre ellas. Si encontramos discrepancias, debemos profundizar en la investigación para resolver las contradicciones y llegar a una conclusión respaldada por la evidencia más sólida.
3. Documentar y citar nuestras fuentes: Es fundamental llevar un registro detallado de las fuentes utilizadas en nuestra investigación. Esto nos permite rastrear la procedencia de la información y proporcionar referencias precisas en nuestros trabajos genealógicos.
La Prueba Genealógica Estándar nos guía en la búsqueda de la verdad sobre nuestras raíces familiares.
Al comprender las diferentes categorías de fuentes genealógicas, la calidad de la información y las diversas formas de evidencia, podemos evaluar la calidad y fiabilidad de la información que encontramos en nuestras investigaciones.
Recuerda que la genealogía es un viaje de descubrimiento constante. Siempre debemos cuestionar, analizar y profundizar en nuestras investigaciones para obtener una imagen nítida y precisa de nuestra historia familiar.