Los parientes más mayores son aquellos que tienden a desaparecer primero, llevándose consigo una gran cantidad de información valiosa sobre la familia.
Su experiencia de vida y las historias que tienen para compartir son un tesoro inigualable.
Desafortunadamente, a medida que pasa el tiempo, perdemos la oportunidad de acceder a esa valiosa información si no actuamos a tiempo.
Por eso es crucial comenzar nuestro viaje genealógico conversando con ellos, aprovechando su conocimiento y preservándolo para las generaciones futuras.
Nuestra familia es uno de los pilares fundamentales en nuestras vidas.
A través de generaciones, se transmiten historias, tradiciones y conocimientos que nos ayudan a entender quiénes somos y de dónde venimos. Sin embargo, a medida que el tiempo avanza, corremos el riesgo de perder esa conexión con nuestras raíces si no nos dedicamos a conocer la memoria familiar.
Aprovecha esa circunstancia antes de que sea demasiado tarde y recuerda que es importante no olvidar a nuestros parientes vivos.